SÜDDEUTSCHE ZEITUNG (ALEMANIA)
El mundo no necesita una moneda dominante como ancla de seguridad, venga de Estados Unidos o de China. La crisis financiera ha mostrado el peligro que reside en que un Estado con un medio de pago demasiado poderoso se ponga a hacer travesuras.
EEUU pudo endeudarse desenfrenadamente porque todo el mundo necesitaba el dólar como medio de pago. Ahora la burbuja ha explotado. China sale fortalecida de la crisis y Europa recuperará el equilibrio.
La economía mundial es lo suficientemente amplia como para que convivan varias monedas internacionales. Desde el punto de vista histórico no sería nada nuevo. Antes de 1914, el rol de divisa internacional estaba compartido por la libra británica, el franco francés y el marco alemán.
Hoy, podrían cumplir el papel el dólar, el euro y el yuan. La economía mundial del siglo XXI está dominada por varias potencias. No existe ninguna razón para que eso no se vea reflejado en el mercado de divisas.