Consentiría alguien que el juez que decide su divorcio fuera marido de la letrada de la parte contraria? ¿Consentiría alguien que la jueza que resuelve su despido fuera la esposa del abogado de la empresa? ¿Consentiría alguien en que el juez que debe dictar una resolución sobre un impago hubiera realizado un informe para una de las partes?
Por supuesto que no, me dirán ustedes. Es de sentido común que alguien cuyo cónyuge tiene intereses económicos con una de las partes implicadas en una causa no puede decidir sobre ese asunto judicial.
Bueno, no puede hacerlo si tiene algo de decencia profesional o funcionan las instituciones. Como en España algunas instituciones tienen un desarrollo, como mínimo, deficiente; y como, por añadidura, algunas personas carecen de vergüenza, ese caso señalado se ha producido.
Quizá una de las ocasiones más sonadas fue cuando María Emilia Casas, hasta hace unas horas presidenta del Tribunal Constitucional, siguió en el ejercicio de su cargo pese a que su marido había cobrado de los nacionalistas catalanes por realizar un informe sobre el nuevo Estatuto. Insisto en ello. Cualquier persona con sentido del decoro hubiera dimitido en un caso así o se habría apartado de conocer la causa.
Casas hizo lo contrario. Soportó que María Teresa Fernández de la Vega la abroncara en público, consintió en aferrarse al cargo en circunstancias legalmente discutibles y maniobró y zascandileó para lograr una sentencia que salvara el inmundo estatuto de Cataluña.
Todo esto con el consentimiento de sus compañeros de institución que, al parecer, consideraron normal lo que habría resultado un escándalo en un procedimiento de menor cuantía.
Dicen que Casas lloró al despedirse de la poltrona que indignamente ha ocupado estos años. Mucho me temo que no sea por arrepentimiento, porque si alguien en la Historia reciente de España ha rivalizado con el malhadado Rufete en Lorca ésa ha sido Casas en el Constitucional.
Difícil es quedar peor, hacer tanto daño a la institución a la que se cobra por servir y contener el asco.
César Vidal. Historiador y director dek programa La Noche de Es.Radio.