Bancos y cajas tendrán que pasar otra dura prueba en los próximos meses. A la vez que se juzga la solvencia de España a través de las emisiones del Tesoro, ellos deberán conseguir refinanciación para los 41.000 millones de deuda que les vence en los primeros cuatro meses del año. Por ahora, sólo el Santander y BBVA han conseguido captar fondos con emisiones realizadas en 2011 y con una prima cuatro veces superior a la que pagan sus competidores europeos.
La desconfianza hacia España, acrecentada por las posibilidades de un rescate a Portugal, mantienen cerrados los mercados para el resto de entidades. En estas circunstancias, hacer frente a los pagos que se avecinan será una labor complicada y que pondrá a prueba la supervivencia de las entidades más débiles.
