Opinión

Editorial: Del subsidio a la ayuda formativa

La nueva ayuda para los parados que han agotado la prestación se vinculará estrictamente a la acción formativa y a la ausencia de rentas. Su cuantía será variable en función de los cursos recibidos y su duración.

Es una forma de poner fin a los subsidios a fondo perdido y de reforzar el espíritu de las políticas activas de empleo.

Esta medida del departamento que dirige Valeriano Gómez es positiva en la medida que se atribuye al desempleado que efectivamente se forma, mientras merma el montante total destinado a esta partida.

El Gobierno debe aprovechar la reforma para actuar con más responsabilidad que en el pasado en materia de reinserción laboral de los parados, incentivando la eficiencia, examinando los propios cursos y su utilidad y abriendo el sistema a la competencia de empresas privadas.

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