Parece que a Rodríguez Zapatero se le ha terminado la munición de optimismo que llevaba encima. Al menos eso es lo que interpretaron los asistentes a la copa de Navidad de Moncloa, que tuvo lugar el pasado lunes.
Al parecer, el presidente del Gobierno comentó que si 2010 ha sido un año duro, 2011 también lo será. Atrás han quedado los momentos en los que todo parecía bonito.
De hecho, Zapatero también se mostró preocupado por el tema de actualidad: la jubilación. Seguro que en su carta a los Reyes ha pedido trabajo... bueno, millones de trabajos.