¿Quién no ha soñado con llegar un lunes al trabajo y que le manden de vuelta a casa? ¿Utopía? En absoluto.
Y si no se lo pueden preguntar a los trabajadores de Tecniberia. Y es que el pasado lunes se fue la luz del edificio de la compañía por lo que se decidió que, ante la imposibilidad de trabajar, sus empleados se marcharan a casa, o donde quisieran, claro.
De modo que éstos se encontraron con un día libre, que se convirtió en un inesperado, a la vez que agradable, puente.
Una pequeña pega: el madrugón no se lo quitó nadie, pero nada es perfecto.