Banca Cívica está en una pinza cuyas piezas obstaculizan el avance de este SIP hacia mejores horizontes.
Goñi (CajaNavarra) primó el mantenimiento de su poder en las negociaciones con los salvadores de JC Flowers, incluso por encima del bien de la entidad.
Lógicamente la inyección de dinero de los estadounidenses le supondría una merma de mando que no quería asumir.
Por otra parte, Pulido (Cajasol) ignora su propia realidad y, pese a haberse colgado de esta integración en el tiempo de descuento, a los graves problemas de la caja y a que va a recibir ayudas, se embarca en la construcción de una torre, justo cuando el Banco de España le exige que venda activos.
Uno y otro anteponen sus inclinaciones a los criterios empresariales.
Mucha megalomanía para una fusionada que suspendió los test de estrés.
