Bruselas investigará al buscador estrella de la Red por posibles alteraciones de los resultados ofrecidos al usuario así como por eventuales condiciones de exclusividad que impondría a sus socios publicitarios.
De nuevo, la sombra de la duda sobre Google.
Sería llamativo y hasta pueril que justo quien arrebató a Yahoo! el liderazgo cayera en los mismos errores que su predecesor.
El grupo debe aclarar hasta el último detalle todos los extremos que levantan las sospechas de la Comisión Europea.
Su permanencia en el podio está en juego. No es fácil que caiga un gigante... salvo que tenga los pies de barro.
Los resultados de las búsquedas deben obedecer a un algoritmo neutral y la publicidad ha de disputarse con juego limpio. Si no, la credibilidad y la cuota de mercado, antes o después, van cuesta abajo.