En los duelos entre pistoleros, no siempre el que dispara primero gana. A veces, es más importante apuntar bien con sangre fría. Microsoft y Facebook trabajan juntos para dar con el disparo definitivo que arranque a Google su liderazgo casi indiscutible en Internet. Por separado, Microsoft tenía dificultades para copar con un mundo cada vez más móvil y conectado por la web. Y Facebook no lograba rentabilizar como debiera el inmenso potencial de su red social.
Sin embargo, juntos pueden desenfundar armas de gran calibre. Las dos compañías integrarán en Bing, el buscador de Microsoft, la información del Messenger y de Facebook con el fin de que sus búsquedas sean más eficaces. Tendrán datos detallados sobre uno de cada siete habitantes del planeta que usarán para personalizar cualquier rastreo en Internet. Si usted desea encontrar un restaurante, le mostrará el más cercano y que además haya sido recomendado por un amigo. Estas empresas deberán ser muy escrupulosas con el uso de la información para que no se las acuse de Gran Hermano.
Hasta el momento, Google ha irrumpido como mediador de todo, lo que ha dinamitado la cadena de valor de muchos negocios. Como no tiene costes por la producción de nada de lo que ofrece, tira los precios de la publicidad. Ahora que ha logrado hacer frente a Apple en los móviles, Google pretende no fracasar de nuevo en la creación de una red social. Todos intentan fijar los estándares con los que emplearemos esta tecnología. Bienvenida sea la competencia en un monopolio siempre sospechoso de granhermanismo que, por ensayo y error, marca por dónde van los tiros.
