Opinión

Carmen Enríquez: La salud del rey

Anda en boca de todos. Y con clara muestra de contumacia, unos pocos siguen empeñados en afirmar que el Rey está muy enfermo, que lo que le extirparon en mayo pasado fue un cáncer en el pulmón, que ahora está siendo sometido a intensas sesiones de quimioterapia que le mantienen alejado de la actividad pública, y que lo que de verdad se prepara en el Palacio de la Zarzuela es el relevo de don Juan Carlos a favor de su hijo el Príncipe Felipe.

De nada vale que se afirme, cada vez que se pregunta a los responsables de prensa de la Casa del Rey, que don Juan Carlos está recuperado, que ha seguido con escrupulosa seriedad los planes de recuperación aconsejados por los cirujanos que le operaron y que ahora sólo necesita de la supervisión de su médico de cabecera, el doctor Avelino Barros.

Los oráculos y agoreros siguen erre que erre con su martingala, faltaría más, ellos saben más que nadie y además de muy buena tinta que lo que se cuece en los pasillos de Zarzuela es la ocultación y el disimulo, hay que aparentar que todo sigue como siempre, pero no es verdad, por supuesto, si lo sabremos nosotros...

Como la mala salud es algo que se evidencia de manera palpable en el aspecto externo, hay que confiar en que después de la aparición del Rey en la apertura del nuevo circuito de motos de Alcañiz, con un color y un aspecto inmejorables, amainen un poco los truculentos rumores y comentarios de que don Juan Carlos está al borde de la decrepitud.

Y que empiecen a pensar que lo que sí hay por parte de la Casa del Rey es el proyecto de aligerar y racionalizar la agenda de actividades del monarca, que con los años se ha ido cargando en exceso.

En paralelo, y la decisión es de hace un par de años, continuará la creciente actividad del Príncipe Felipe, que seguirá su tarea ligada a su condición de heredero.

Carmen Enríquez, periodista especializada en información de la Casa Real.

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