Con el régimen de 'Basilea II', los cimientos bancarios se vieron debilitados. Ahora se necesita más rigidez
FINANCIAL TIMES (GRAN BRETAÑA)
Los bancos europeos necesitan más regulación
Las reglas más estrictas para el mercado financiero constituyen sólo uno de los elementos para alcanzar la estabilidad financiera. Unas mayores cuotas de capital no son por sí mismas suficientes para prevenir crisis futuras.
Los reguladores deben ser cautelosos frente al hecho de que el riesgo se traspase al sistema bancario fantasma. La ley Dodd-Frank, que evita que los bancos realicen negocios arriesgados en el mercado financiero, otorgará a los reguladores estadounidenses el poder de designar cualquier institución como importante para el sistema.
El Consejo Europeo de Riesgos Sistémicos deberá cumplir una función similar. Además, debe resolverse el problema de que un banco sea demasiado grande como para declarar la bancarrota, pues los que dispongan de una garantía implícita por parte del Gobierno seguirán corriendo riesgos. Basilea III es un elemento clave en el marco regulador global.
Pero a no ser que se aplique el resto de los elementos, la estabilidad financiera continuará siendo ilusoria.
LA STAMPA (ITALIA)
La banca posee suficiente dinero para posibles riesgos
La reacción de las bolsas a la regulación más estricta sobre el capital propio de los bancos muestra que los institutos financieros se encuentran mejor de lo que se creía.
Si los títulos bancarios suben, eso quiere decir que el potencial de los bancos de conceder créditos y de obtener ganancias no resultará perjudicado.
En Suiza, en los países nórdicos, en Australia y en gran parte de Asia, los bancos parecen estar ya muy por encima de las nuevas obligaciones, por lo que incluso podrían tener saldo para adquisiciones.
FRANKF. ALLG. ZEITUNG (ALEMANIA)
'Basilea III' dará más estabilidad al sistema
Las reglas más severas para la solvencia en la economía crediticia pueden volver a estabilizar el sistema financiero.
Entre los cambios más importantes se encuentran las mayores exigencias en cuanto a capital propio y liquidez. Éstas brindarán a los bancos una estructura más estable para que puedan soportar mejor las conmociones extremas. Es algo que debería sobreentenderse.
Si se vive en una región con mayor riesgo de terremotos, los edificios se deben construir de manera distinta a otras regiones. Por ello existen reglas especiales para las entidades financieras. Pero, con el régimen de Basilea II, los cimientos se vieron debilitados. Se esperaba que la economía creciera más.
Con la nueva normativa (Basilea III), la atención se centra con toda razón más en la estabilidad del sistema.