El gobernador del Banco de España sostenía el jueves que la tasa bancaria que quiere imponer el Gobierno para sanear las cuentas del Estado no supondrá un elevado coste para las entidades.
El sector espera que finalmente la factura alcance los 1.400 millones, es decir, el 7% de sus beneficios. ¿Es mucho o poco? Según para quién, porque para las entidades de menor tamaño la carga de esfuerzo podría restarles hasta el 11% de sus ganancias en una época donde el negocio escasea y ya no reporta tanta rentabilidad. Un varapalo que sobre todo entorpecerá el crédito y será costeado por los clientes. Además, para algunas podría ser injusto, ya que no han recibido ninguna ayuda y van a pagar los platos rotos de aquéllas que no han sido bien gestionadas.