La Reina Sofía da un paso más en la lucha contra el Alzheimer (enfermedad neurodegenerativa, que se manifiesta como deterioro cognitivo y trastornos conductuales), un mal que afecta cada vez más a las personas mayores y que destruye una de las capacidades esenciales de lo que distingue a las personas de otros seres vivos: la memoria.
No satisfecha con la obra realizada con el centro levantado en el madrileño barrio de Vallecas, que cumple la triple función de atender a los afectados, investigar el origen de la enfermedad y formar a los cuidadores, doña Sofía se implica directamente en los actos programados para el año 2011, dedicado al mal de Alzheimer. Su interés por los que lo padecen, que nació al observar los estragos causados en un familiar cercano a ella, ha ido creciendo con el tiempo y ahora es una de las prioridades de la Reina.
Se acaba de divulgar la participación de la Fundación Reina Sofía, en la que ella ejerce de presidenta ejecutiva, en la preparación de un simposio sobre el Alzheimer en el que también va a participar la Fundación Pascual Maragall, político catalán afectado por el terrible mal. Una colaboración que seguro dará sus frutos y será un modelo de cooperación ejemplar y a tener en cuenta a la hora de aplicar en otras iniciativas en las que la suma de esfuerzos será muy positiva.
La Reina Sofía ha dado más que probadas muestras de su voluntad de ponerse siempre al servicio de causas justas y solidarias. Lo ha hecho a través de la fundación que lleva su nombre que, de tener un esquema de carácter benéfico y caritativo cuando nació, ha sabido transformarse para trabajar en cooperación con Organizaciones No Gubernamentales de probada solvencia y canalizar así los ingresos por donaciones que les llegaban. Algo a lo que hay que añadir su total entrega en apoyo de la obra ejemplar que lleva a cabo la cooperación española en los países más pobres de la Tierra.
Carmen Enríquez es periodista especializada en información de la Casa Real.
