El Ibex 35 subió ayer un 3,5 por ciento. Los soportes de todos los parqués se han puesto a prueba en los últimos días... y han aguantado. Las razones son varias. Las valoraciones de las compañías están baratas, sus resultados son buenos y han apilado caja. Los movimientos corporativos pueden indicar la esperanza de que los precios sean más caros en adelante. Y la Fed ha declarado que hará lo posible para mantener viva la recuperación.
En el caso español, el suelo está fijado en los 10.000 puntos. A falta de mayores argumentos para que la marcha de la economía se decante por un lado u otro, parece haberse establecido un estancamiento entre los 10.000 y los 11.000 puntos. Sólo dentro de ese rango se pueden esperar movimientos. De ahí que un alza como la de ayer sea considerada un rally de corto recorrido.