Francia ya crece. Sin embargo, ha anunciado que perderá algunas décimas de ese tirón en el PIB del año que viene debido a los planes de consolidación. Es decir, ha apostado por renunciar a un poco de crecimiento a cambio de reequilibrar su economía hacia una mayor solidez. Los demás deberíamos tomar nota, porque el despertar alemán puede verse abortado si la exportaciones no lo acompañan y, entonces, Europa se vería desprovista de su motor.
Los Gobiernos de la eurozona deben prepararse para tal situación. De modo que los galos han decidido no contentarse con unos peregrinos datos positivos que se basan en el consumo.
Según los analistas, éstos podrían obedecer al agotamiento del francés, que ha decidido darse una alegría aprovechando el buen tiempo tras tantos meses sin hacer compras.
