Opinión

Bruno Hallé: El 'todo incluído': ángel o demonio hotelero

Como afirmaba en una ocasión el cocinero Ferrán Adrià hablando del modelo de turismo en España, "en el mundo hay muchos targets" y el producto de todo incluido responde a una tipología de cliente muy variado en el nivel adquisitivo de la demanda, ya que existe oferta de nivel bajo y otra de súper lujo como puede ser el producto Paradisus de Sol Meliá, Sandals o Hydeaway, muy adaptados a todos los bolsillos.

Diversos estudios como el de la firma GfK Retail apuntan que el todo incluido será uno de los productos ganadores del año 2010 y los touroperadores europeos están pidiendo al sector un aumento de la oferta del all inclusive.

El todo incluído se afinca en España

Hasta ahora, el producto de TI se había desarrollado en destinos del Caribe, pero desde los últimos siete años viene ganando posiciones en España, donde actualmente representa entre el 15% y el 20% de la oferta global. Este incremento viene dado por la solicitud de los propios touroperadores, que exigen a los hoteleros el adaptar su producto hacia el todo incluido. Nos podemos encontrar hoy en día todo tipo de alojamientos y toda clase de servicios en este mismo alojamiento. De hecho, podemos llegar a diferenciar el tipo de cliente por el color de la pulsera que lleva, pues puede haber cliente de alojamiento y desayuno, de media pensión o de todo incluido.

En un momento de contracción económica, la demanda está pidiendo productos a precio cerrado y los touroperadores marcan estas exigencias a la oferta, que en muchos casos no realiza grandes obras de adaptación más que pequeños cambios en el modelo de bar o buffet.

En función de la demanda

El impacto en la cuenta de explotación del hotel es significativo, hay un importante incremento en la línea de gastos y ligero en la de ingresos; pero consiguen equilibrar la cuenta con una reducción de costes, sobre todo de personal. Finalmente la oferta se adapta a la demanda.

En nuestro país comienzan a desarrollarse hoteles diseñados exclusivamente para el TI, y hoteles que, aunque inicialmente no tenían un modelo de negocio todo incluido, lo ha incorporado para responder al aumento de la demanda. Un ejemplo del primer caso sería el Ibersol Resort de Estepona, que surge de la unión de dos hoteles antiguos, el Costa del Sol Princess y el Andalucía Princess, y que, tras una inversión de dos millones de euros para poner a punto las infraestructuras existentes, se ha convertido en un establecimiento de 4 estrellas con un único producto: el todo incluido club. Un ejemplo de hoteles que se han adecuado a la demanda sería el Hotel El Paso de Portaventura, el único del parque temático que ofrece régimen de todo incluido.

Está claro que al final el producto debe adaptarse a la demanda y, hoy por hoy, el precio es factor determinante. Por ello, parte del crecimiento en el sector hotelero bajo esta fórmula, también estamos viendo crecimientos en el sector de cruceros, otro producto con TI.

Esta demanda pide destinos más próximos a un precio global más económico, y España es un destino ideal por muchas razones objetivas para este tipo de demanda.

Habrá que aprender a desarrollar productos que se adapten a la demanda pero que también tengan un mínimo impacto en el entorno económico y que la población local pueda y sepa vivir con este modelo turístico.

Bruno Hallé, consultor estratégico y de inversión hotelera Magma Turismo.

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