El turismo vive una ligera mejoría. El repunte experimentado en las economías europeas, que son nuestros principales visitantes, ha jugado un papel decisivo. Pero también ha influido que el español haya viajado menos fuera. Sin embargo, éste se ha acostumbrado a esperar las últimas ofertas, lo que ha supuesto una vuelta más de tuerca para este sector tras la subida del IVA.
La hostelería ha tenido que realizar ofertas de todo tipo y bajar precios para mantener la ocupación, algo que entraña una pérdida de rentabilidad y mayor presión en las cuentas. Después de años en los que se perdió competitividad en precios con el euro, el ajuste ha llegado.
Es el momento de evitar una caída de los ingresos aumentando la calidad. Contribuirá a fidelizar aún más a nuestros turistas y a que dejen más dinero por viaje.