El Grupo de Reflexión analiza el envejecimiento de la población y la incapacidad de la UE para "hacer frente a la escasez futura de mano de obra y de capacidades". El aumento de la productividad puede ayudar a sostener los sistemas públicos de sanidad y pensiones, pero al final sería insuficiente.
En el año 2050 la mano de obra se reducirá en 68 millones de personas. Por eso proponen dos series de medidas: aumentar la participación en el mercado de trabajo y una política de inmigración "equilibrada, justa y anticipatoria".
La primera línea de actuación conlleva facilitar la incorporación de la mujer al mercado laboral, facilitar una mayor movilidad laboral dentro de la UE con la "portabilidad total de los derechos sociales" y la prolongación de la vida activa, "aumentando la edad de jubilación real y legal, creando un mercado de trabajo entre los 50 y 70 años de edad".
Se distingue entre inmigración cualificada y la irregular. Para el primer caso, se trataría de favorecer su integración "junto con estrategias enérgicas de lucha contra la discriminación".
En cuanto a la inmigración irregular, se proponen una serie de medidas que pueden resumirse así:
1ª Un sistema fiable de gestión de las fronteras exteriores de la UE con plena corresponsabilidad por parte de los países no situados en las mismas.
2ª Armonizar las políticas de los Estados miembros con respecto a las personas sin acceso legal para evitar así el "efecto llamada".
3ª Perfeccionamiento de los mecanismos de control sobre los empleos en sectores como la construcción, la agricultura y el ámbito doméstico y las prácticas laborales inaceptables.
4ª Acuerdos bilaterales de desarrollo tendentes a promover una inmigración ordenada.
5ª Garantizar que los refugiados políticos tengan derecho de asilo.
6ª Que la Unión Europea invierta en los sistemas educativos superiores de los países de emigración.
Julio Anguita, ex coordinador de IU.