Ha llegado la primera dama del mundo a pasar cuatro días a Villapadierna, y las expectativas del sector turístico en la zona se han animado. Está siendo un verano atípico en la Costa del Sol y, sobre todo, en Marbella. La plaza de lujo estival por excelencia está, literalmente, deprimida.
Es la realidad de la crisis económica que el presidente nunca quiso ver y de la que dice estamos saliendo desde hace un año y cuatro meses, cuando Elena Salgado descubrió los brotes verdes. Los restaurantes de españoles, esos de pescado fresco, puntillitas y calamares están medio vacíos, los de alto standing sobreviven gracias a los rusos, los alemanes y algún inglés.
Los españoles han vuelto al bocata en la playa y salen a cenar una vez a la semana. Y eso se nota mucho, porque, aseguran los restauradores, eran más del 50 por ciento de las ventas de agosto. El presupuesto no da para más. Como los grandes hoteles de lujo estaban vacíos, todo Oriente Medio se concentra en el Marbella Club y el Puente Romano. El resto, anda con ERE. Es el caso del Guadalpin, máximo exponente del lujo de última generación, donde sus empleados no saben qué va a pasar en un mes y medio. El Villapadierna, centro logístico de Michelle , ha despedido a los temporales, "afortunadamente, los fijos todavía tenemos garantía de trabajo unos meses más", asevera uno de sus empleados.
La visita de Obama y sus amigos es "muy importante", porque se notan reservas de última hora de estadounidenses que están cambiando Portofino por Puerto Banus. Ojalá vinieran los Obamas y las Merkeles del mundo todos los veranos, porque supone colocar a Marbella, de nuevo, como centro turístico mundial. España, aunque no le guste a Zapatero, es un país de sol y playa, de turismo, de campos de golf maravillosos; tenemos que aspirar a ser la Florida europea, y/o lo entiende, o lo entiende.
¡Vivan los chiringuitos en la playa, viva Benidorm, y viva Marbella! Ya está bien de intentar hacer experimentos con gaseosa. Millones de parados exigen sentido común, sobre todo en materia de turismo.
Pilar G. de la Granja, directora del programa 'El Balance' en Intereconomía.