Opinión

Editorial: Prudencia británica ante un buen dato

El PIB de Reino Unido correspondiente al segundo trimestre batió todas las previsiones, al anotar un rotundo 1,1 por ciento de avance. El hecho de que esta tasa prácticamente doblara la prevista no hizo sin embargo que el Gobierno se abandonara a la euforia. Si bien puede atribuirse parte del buen dato del segundo trimestre a la percepción social de la inminencia de un giro en la política económica tras las elecciones, lo cierto es que ahora al joven titular de Economía, George Osborne, se le plantea el difícil equilibrio de abordar duros ajustes con el menor perjuicio para el crecimiento.

Los analistas advierten de que el catalizador del robusto dato fue la construcción y le piden prudencia, pero Osborne lo tiene claro: el verdadero daño sería no atacar el déficit. Eso es prudencia.

WhatsAppFacebookFacebookTwitterTwitterLinkedinLinkedinBeloudBeloudBluesky