La semana ha sido de órdago. Más bien de órdagos varios. Órdagos del Banco de España a las cajas que no habían pedido dinero del Frob, órdago de los banqueros al Ministerio de Economía para que presentara alguna entidad financiera "con problemas". Órdago de la ministra a Europa, explicando que todas las entidades españolas salen bien paradas en los test de estrés. Y tanto órdago ha dejado mareada a la opinión pública. No es razonable pensar que todas las entidades financieras de este país no tienen un solo problema de financiación y de solvencia con la que está cayendo.
Salvo que se estén haciendo trampas. Y mucho me temo que eso es lo que pasa. El dinero del Frob ahora resulta que es un préstamo que por arte de magia se transforma en capital. Una pensaba que los recursos propios son capital más reservas. Eso que te enseñaban en la Universidad.
Pues no: son capital, reservas y préstamos. Traducción: en España nos dijeron que no se estaban recapitalizando las entidades financieras con dinero público, pero esto no es así. Desde el momento en el que un préstamo se convierte en recurso propio, de no devolverlo, el Estado ya será accionista de la entidad financiera, igual que en Estados Unidos, Reino Unido, Francia o Alemania. Es más, a aquellas entidades que no hayan acudido al Frob y que hubieran gestionado bien se les penaliza, porque en los test de estrés no cuentan con la misma "calidad" de recursos propios.
Y aquí llega el último órdago, el del Banco de España, que invita a estas entidades a "coger" una línea de crédito blanda "por si acaso", y para evitar que haya diferencias entre entidades. Con- clusión: asistimos a una nueva chapuza, para ganar tiempo y ver si escampa en el corto plazo.
De momento, todos tan contentines, porque nuestra banca sigue siendo solvente, y es verdad, pero como el resto de la banca mundial, es decir, con la ayuda del dinero de los contribuyentes, porque, hasta que lo devuelvan -si lo hacen- el préstamo se lo hemos hecho nosotros.
Pilar G. de la Granja, directora del programa 'El Balance' en Intereconomía.