A raíz de la crisis de la deuda, se han puesto los ojos en los test de estrés que el BCE va apublicar hoy mismo y que, previsiblemente, van a ser bastante favorables a las entidades financieras españolas, entre otras razones porque el motivo de su publicidad es contribuir a la estabilidad del sistema.
Así las cosas, no parece que se haya sometido a las entidades a escenarios especialmente estresantes para no estropear la foto, que al final es lo que se pretende.
El BCE no va a tirar piedras sobre el sistema bancario y tampoco tiene por qué prever riesgos imprevisibles, aunque resulta dudoso que el test vaya a cambiar significativamente el panorama para el conjunto del sistema financiero, pudiendo beneficiar la reputación de alguna entidad en particular.
El verdadero estrés lo están pasando las compañías no financieras que, sin los instrumentos y respaldos puestos al servicio del sector financiero, tienen que sortear una muy severa restricción crediticia porque el sistema bancario no puede estresarse.
Juan Fernando Robles, director del Instituto Superior de Técnicas y Prácticas Bancarias.
