La actitud desafiante de PT frente a Telefónica tenía poco recorrido. La portuguesa tiene un preacuerdo para entrar en Oi -cuarto operador de móviles en Brasil- que le obliga a vender Vivo en 10 días. Lo que no quería el grupo luso era perder bocado en el mercado brasileño y ha tensado la cuerda con Telefónica, ganando tiempo para la maniobra que tenía en la recámara. La retirada de la oferta por Telefónica el pasado fin de semana fue una lección de dignidad.
Ahora PT podría llamar a la puerta de Alierta para vender Vivo porque para entrar en Oi necesita los 7.150 millones que ofrecía la teleco española. Sus fines no le han supuesto escatimar medios en el transcurso de la operación. Sin embargo, Telefónica, que ahora podría ofrecer menos dinero, cumplirá su palabra. ¿Quién es quién?
