El presidente de BBVA, Francisco González, descargó ayer su responsabilidad al declarar que él se aseguró de que el dinero entregado para financiar los cursos de Garzón no era destinado directamente al juez.
Sin embargo, su entonces director de comunicación, Javier Ayuso, lanzó justo después una retahíla de desvaríos y acusaciones. Declaró ante el juez que González le había llamado para que atendiese las demandas de Garzón y que el dinero que éste recibió, unos 200.000 euros, "sólo suponía el 1 por ciento de todos los patrocinios que concede anualmente el BBVA".
La llamada coincidió con el periodo en que Garzón instruía una causa contra el entonces copresidente Ybarra, quien se vio obligado a salir de la entidad y dejar el cargo a González. ¿No huele todo muy mal?