Esta cita bíblica se hizo carne el jueves cuando el Gobienro y el PP nos anunciaban relaciones para alcanzar un pacto de Estado sobre la Energía.
Acuerdo cuyo primer fruto ha sido congelar la anunciada subida de la luz y que, de confirmarse, permitiría aprobar una de las grandes asignaturas pendientes de nuestra economía.
Pero, y a falta de posteriores concreciones, el anuncia abre un paquete de serias incertidumbres que exigirían una respuesta clara y con urgencia. ¿Cómo se va a cumplir el acuerdo para reducir el déficit tarifario?, ¿se va a acumular el importe de esta subida aplazada en la próxima revisión de precios?, ¿cuál va a ser el papel de la energía nuclear en el nuevo mix energético?, ¿va a dar el Gobierno marcha atrás en el cierre de Garoña?
El ministro Sebastián ya ha dicho que no habrá líneas rojas, y eso supone que todas las posibilidades está abiertas y no se excluye nada. ¡Qué Dios les ilumine!, y que el ejemplo cunda.
José María Triper, periodista de elEconomista.