El automóvil vuelve a tener beneficios, según todas las previsiones de analistas. Semejante alivio en las cuentas se debe a tres razones: por un lado, la demanda de los países emergentes; por otro, los incentivos a la compra de vehículos otorgados en Europa; y, finalmente, los recortes emprendidos comienzan a rendir frutos. Sin embargo, esto no significa que haya terminado el proceso de consolidación en el sector. De hecho, los fabricantes pueden aprovechar estos resultados para acelerar la fusiones en los próximos meses.
En Europa no se pueden seguir manteniendo factorías abiertas a fuerza de subsidio. Se dibuja en el horizonte un sector más pequeño y concentrado en coches más eficaces, vehículos eléctricos y automóviles adaptados a la demanda de los países emergentes.