Opinión

Editorial: Pekín hace (poco) caso a Washington

China ha anunciado que dejará que la cotización del yuan vuelva a ser flexible respecto al dolar. En 2008, Pekín vinculó la evolución de su moneda al billete verde con el objeto de hacer frente a la crisis. Ahora que sus importaciones se recuperan, los mandatarios asiáticos pretenden hacer lo mínimo para evitar una guerra comercial con Washington y demostrar que gestionan un país responsable antes del G-20 de Toronto.

Sin embargo, sólo permitirán al yuan apreciarse un poco al cotizar contra una cesta de divisas. Y esa revalorización no llegará a los dos digitos que se precisan para favorecer el reequilibrio de la economía internacional, es decir, que los americanos ahorren y los chinos compren. Las autoridades chinas saben que se juega su crecimiento doméstico. Arriesgarán lo justo.

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