Opinión

Editorial: ¿Viene otra llamada de Merkel?

El presidente del Gobierno pretende ahora aprobar la reforma laboral utilizando el trámite parlamentario, de modo que sean PP y CiU los que endurezcan el texto con sus enmiendas. De este modo, espera vender que él nunca planteó un cambio del mercado de trabajo tan radical, sino que tuvo que ceder a las presiones de los otros para culminarla. Éste es el pérfido abrazo de Zapatero.

Sin embargo, esta vez el presidente se equivoca. No percibe la escala de lo que le viene encima. Así tardará demasiado tiempo en ratificarla y los mercados de capital están completamente cerrados, así que en estos días el Gobierno tiene la misión de abrirlos cual Moisés hizo con el Mar Rojo. Quizá se siente seguro con el hecho de que el BCE vaya a comprar su deuda en el mercado secundario garantizando su financiación.

De hecho, lo más probable es que sea capaz de cubrir las emisiones, aunque la pregunta es a qué precio y qué presión pondrá sobre todos con sus grandes vencimientos en julio. Entre los inversores, el miedo es que España caiga en un impago, de ahí los rumores sobre nuestro rescate. Porque ¿quién dice que Alemania no prefiere recapitalizar su banca pringada en deuda española antes que rescatar a un país remolón?

El mercado ya cotiza la posibilidad de que la Unión Monetaria se rompa. En este escenario, Zapatero no entiende que también se juegan los votos de Merkel. Incluso los reacios galos han tenido que seguir a los germanos con un plan de ajuste. Si el Gobierno no presenta ya una reforma profunda, nos exponemos a meses de varapalos en bolsa, sobre todo a nuestros bancos que compran la deuda. Si esto continúa así, habrá otra llamada de Merkel.

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