
Semana histórica en muchos sentidos. Histórica en lo político, en lo económico, incluso en lo futbolístico, y por supuesto en lo financiero, que se expresó en rangos bursátiles nunca vistos.
Ya sabe que soy madridista confeso, pero voy a evitar poner énfasis en que la recaída del Ibex 35 se ha producido tras la victoria del Atlético. Primero, porque nuestros vecinos hicieron historia; y segundo, porque jamás me verá relacionar el fútbol y los movimientos de mercados; ni siquiera con el americano.
Histórica semana para los atléticos, pero sobre todo para los mercados, la política y la economía; porque pasaron tantas cosas que tengo que decir que incluso Zapatero hizo historia al recortar por primera vez en democracia el sueldo de los funcionarios. No son decisiones fáciles, y no es mi papel juzgar si llegan a tiempo - tampoco sirve de nada hacerlo-, así que por una vez y esperando sentar precedente, tenemos a un Gobierno consciente de los problemas del país. Cuesta imaginar, visto lo visto, y escuchado lo escuchado, que la cosa vaya a quedar ahí. Nos van a seguir metiendo mano a todos en la cartera, y solución no hay otra.
Por primera vez en su corta historia, el Banco Central Europeo afirmó estar dispuesto a comprar bonos en el mercado secundario -algo que ya han venido haciendo la Reserva Federal y el Banco de Japón- para respaldar el papel de las economías de la eurozona; argumento potente para los alcistas en tanto en cuanto eso concede una opción de venta a los principales bancos mundiales, protegiendo su balance y haciéndolos menos atractivos a los grandes especuladores, que ahora tendrían que luchar contra el BCE y no contra gobiernos periféricos.
Trascendental puede haber resultado también el ejercicio de solidaridad política que orquestaron los gobiernos europeos; con un cambio radical en la posición de Alemania, que se mostró favorable a la creación de un fondo común cuyo objetivo sería el de proteger a los miembros de la zona de eventuales ataques especulativos. Más madera.
Todo ello supuso movimientos de la renta variable pocas veces vistos. Así, cuando uno pensaba que lo había ya visto todo tras el pánico y posterior recuperación del pasado jueves en Wall Street, llegó el lunes y el Ibex 35 se anotó el mayor ascenso del que tengamos testimonio, un endiablado 14,4 por ciento que me hizo llevarme el segundo cabreo en menos de una semana -el primer sofoco fue el jueves, cuando comprendí que no iba a poder gestionar los riesgos del modo habitual en caso de considerar necesario retomar el pulso del mercado de renta variable-.
20 ó 30 de subida
Apostando "contra" tendencia. Lo entrecomillo porque no es cierto, al menos mientras en Wall Street no se pierdan soportes como sucedía la semana pasada en Europa. Soportes que se recuperaron durante la semana en curso, gracias a la meteórica jornada de recuperación del lunes. Soportes que siguen por tanto estando vivos y que son trascendentes. Soportes sobre los que se han dejado huecos semanales de escándalo aunque los precios hayan recaído para empezar a rellenarlos. Soportes sobre los cuales los principales índices habrían desplegado un tipo de pauta semanal potencialmente alcista conocida como harami; que en japonés significa mujer embarazada.
Se supone que de la gestación debe nacer un movimiento contra la tendencia dominante para trading, bajista desde hace semanas sin lugar a discusión; aunque para cuando podamos discutirlo los precios pueden haber subido un 20 ó 30 por ciento. Es, en ese sentido, una situación similar a la que tuve que enfrentar cuando le propuse la ya célebre "C de Barack", apostando por una recuperación contra la tendencia bajista de 2008.
Recuerde que no se han perdido soportes en Wall Street, y retenga que gracias al pánico desatado el pasado jueves se produjo un desplome en el sentimiento alcista no visto en mucho tiempo, con referencias como el número de bajistas de la Sentiment Survey de la AAII cerca de los niveles más altos del ejercicio en curso; tras haberse alcanzado la zona de soporte clave en tendencia para el conjunto del mercado norteamericano.
En estas situaciones, aunque sin estridencias, como jefe de análisis de Bolságora le comunicó que hemos empezado a comprar lo que cerramos en abril, para pasar de la liquidez extrema a niveles de renta variable en el entorno del 20 por ciento. Comprar es lo que hemos aconsejado a nuestros clientes.