La competencia de Marsans huele sangre y se abalanza a la caza de clientes. Carlson Wagonlit, American Express y El Corte Inglés entre otras aprovechan la debilidad de la compañía de viajes para ganar cuota de mercado. Esto acentuará las dificultades de la empresa, fomentando una espiral viciosa. Se han de tomar medidas acordes con el estado de la compañía.
Su posición no está como para rechazar ofertas de compra; aunque éstas se limiten sólo a hacerse cargo de la deuda. No se pueden escapar de estos vericuetos encima llevándose beneficios. Se trata de salvar los muebles. La abultada inversión en Air Comet ha hundido al grupo y se debe reconocer así. Hay que adoptar una solución ya para evitar un bucle que puede deparar una situación irreversible.