La tasa de paro de los mayores de 45 años se ha duplicado desde el primer trimestre de 2009. Suman hoy cerca de 1,4 millones los desempleados que superan esa edad, a partir de la cual volver a un empleo es, en general, más difícil. Llama la atención que ante esta evolución la propuesta de reforma laboral merme los incentivos a la contratación de este colectivo.
Si sale adelante la propuesta del Ejecutivo, las bonificaciones en las cuotas sociales se aplicarán sólo a los parados mayores de 45 de larga duración, los que llevan más de un año en ese estado.
Cuando el Gobierno intenta alentar la contratación de quienes estima más desfavorecidos (mujeres, discapacitados, víctimas de violencia de género) mermar la protección a partir de los 45 suena a agravio y a falta de sentido de la realidad laboral.