Entre los recuerdos de mi infancia guardo el del momento en que España se convirtió en la novena potencia económica del mundo. Sucedió en las postrimerías del franquismo, tras el desarrollismo de los 60.
El régimen aprovechó hasta la saciedad el dato que le confería una legitimidad económica y social que no había tenido nadie con anterioridad. Tan evidente resultaba para Franco el hecho que, en una entrevista con Vernon Walters, enviado del presidente de EEUU, le confió que su gran logro no había sido salvar a España de los planes de Stalin, sino crear unas clases medias que proporcionarían estabilidad a la nación. El dato no lo negaba nadie.
Semprún y Claudín fueron expulsados del Comité Central del PCE porque llegaron a la conclusión de que con el avance económico de España, Santiago Carrillo no se iba a comer un colín a la muerte del dictador. Acertaron.
En 1976, Prados Arrarte, antiguo exiliado republicano y, a la sazón, catedrático de Economía Política en la Facultad de Derecho de la UCM, nos explicaba el milagro español consistente en haber aupado a España al noveno puesto entre las potencias económicas del mundo.
Deseo subrayar que en las últimas horas, gracias a la acción de personajes como ZP, Solbes o Salgado, hemos sabido que España se ha colocado en el noveno lugar empezando por abajo en perspectivas de crecimiento económico.
A decir verdad, nuestras perspectivas se encuentran detrás de no pocas naciones del Tercer Mundo y a la altura de Haití. Se trata, sin duda, de uno de esos logros que sólo pueden alcanzarse cuando la economía recibe el impulso socialista. Ahí está el ejemplo de Cuba. Cuando Fidel entró en la Habana, la isla era la primera nación del continente sólo por detrás de EEUU y Canadá. Desde hace años, Haití está peor en toda América.
El dato es para reflexionar. Pero no se preocupen ustedes. Seguro que el Gobierno de ZP encontrará alguna razón para presumir del desastre. Por ejemplo, que hemos llegado hasta tan deplorable situación sin necesidad de un terremoto como Haití. Todo un récord.
César Vidal, historiador y director del programa La Noche de Es.Radio.