Sería aburrido repasar las declaraciones del presidente Zapatero , que de la negación absoluta pasó al "aquí no ocurre nada", "estamos mejor que nadie", "cada vez estamos más cerca de la luz", "las medidas adoptadas mostrarán resultados positivos", "los resultados positivos se verán inmediatamente"? para concluir acusando al Partido Popular de todos los males.
En resumen, que los éxitos son propios y los fracasos o los desastres son consecuencia de conjunciones astrales o de la perversidad de la derecha reaccionaria, que sería más responsable de la acción de Gobierno que el propio Zapatero .
Ahora el presidente ha descubierto las virtudes del aznarato y afirma que se recortará el gasto público en un 13 por ciento en los próximos cuatro años ya que la remuneración de todos los funcionarios "es una decisión del Gobierno central". Exactamente lo que el maléfico Aznar hizo en cuanto llegó al Gobierno, congelando el sueldo a los funcionarios públicos.
El objetivo es nada más y nada menos que llegar a un déficit del 3 por ciento en 2013. Para ello se espera una recuperación espectacular de la economía española.
Pero suponer que España entrará en la senda del crecimiento en 2011 es una ensoñación propia de la masturbación de las meninges; esto es, del onanismo intelectual, entendido como autosatisfacción complaciente en la propia fantasía.
No existe una sola, ni una, de las numerosas agencias e instituciones de referencia en el mundo mundial que afirme, apunte o fabule siquiera sobre tal hipótesis. Nuestra debilidad estructural productiva, laboral y financiera no se resuelve a golpe de declaración, por muy oficial y presidencial que sea.
En este país, y mientras el Gobierno contempla con sonrisa meliflua el horizonte, siguen y seguirán cayendo chuzos de punta.
A la espera de que despierte la locomotora alemana, preferentemente antes de las próximas elecciones.
Javier Nart, abogado.