Una delegación del Tesoro español ha viajado a Asia en una suerte de roadshow destinado a los inversores. Y es que China quiere aminorar su dolarcentrismo, pues descuenta un proceso de depreciación a largo plazo del billete verde. En consecuencia, el euro está en su foco de mira, y no sólo mira a los bonos alemanes o franceses.
Lejos de dejarse llevar por catastrofismos de quienes sitúan a España en la senda de Grecia o Portugal, los chinos ven con buenos ojos la deuda española. De hecho, ya tienen un 10 por ciento de ella. Nuestro país no puede permitirse dejar pasar esta oportunidad de captar inversión china.
Por ello, no sólo ha de cuidar el mercado asiático, sino esforzarse en dar imagen de seriedad a traves de una responsable gestión de la crisis. Si no nos toman por Grecia, evitemos caer en sus errores.