La tramitación de la Ley de Auditoría se ha centrado en la Enmienda de los Blindajes. Pero se dieron otras cuestiones. Destaca el hecho de que los políticos hayan demostrado sentido común: cederán a abogados y auditores la posibilidad de negociar las limitaciones que deben existir para las firmas de abogados relacionadas con auditoras; pues éste resulta un fuerte conflicto de intereses.
De un lado está el peligro de que los auditores puedan perder la independencia y perjudiquen a sus clientes y, de otro, el interés de algunos bufetes por hacerse en España con los clientes internacionales de los despachos jurídicos que pertenecen a auditoras globales. Ahora, ambos grupos deberían llegar a acuerdos para que los abogados de las auditoras no puedan ser juez y parte sobre los intereses del auditado.
