¿Vía libre para irse de luna de miel? Iberia y British Airways firmaron ayer su acuerdo de fusión. Pero todavía tienen que hacer frente a una serie de obstáculos para llevar sus nupcias a buen puerto. Deben resolver sus problemas con unos sindicatos bastante fuertes en ambas compañías; la unión aún ha de recibir el visto bueno de las autoridades de la Competencia; y, sobre todo, hay un agujero en las pensiones de British que, de no solucionarse, podría provocar una ruptura de la alianza.
Sin embargo, como dirían los ingleses, la boda parece hecha en el cielo. Los dos grupos se complementan muy bien en las rutas y aeropuertos. Éste es el único camino para unas aerolíneas en pleno reajuste por unas estructuras de gasto elevadas que han de competir con el bajo coste, los asiáticos y el desplome de la actividad.
