Daimler no ha conseguido ser rentable en los coches pequeños, los que más se demandan ahora. Ni el Smart, ni los mercedes clase A y B han cuajado. Por eso, busca un aliado con experiencia en la fabricación de vehículos compactos. Pese al daño que pueda suponer para su imagen de marca y el fracaso anterior en su asociación con Chrysler, Daimler selló ayer una alianza con Renault y Nissan. Resultará muy difícil tunear juntos a unos gigantes tan dispares, sobre todo cuando los franceses están participados por el Estado.
Sin embargo, esta vez el foco se ha colocado en el desarrollo de tecnología y en buscar áreas donde de verdad se puedan obtener sinergias. Es la respuesta de un sector que aún necesita ajustarse según la demanda existente y enfrentarse a la competencia que vendrá de China.