El ministro de Trabajo, Celestino Corbacho, ha vuelto a recordarnos las excelencias de los fondos de pensiones. Una moto que hace ya bastantes años vendió por toda España -por cuenta del Banco Santander- un ideólogo chileno llamado Piñera (hermano del actual presidente de Chile). Fue una moto que compró el Gobierno de entonces (el de Felipe González) y que condujo a dotar, en favor de los mentados fondos, unas exenciones fiscales nada desdeñables. La literatura a favor de estas fórmulas se basaba (y se basa) en un hecho: el envejecimiento poblacional pone en solfa el actual sistema de reparto (se cobra a los ocupados y con ese dinero se pagan las pensiones ) y, por ello, no da para alcanzar el objetivo de mantener el nivel de ingresos de los jubilados con salarios medios y altos, es decir, aquellos que cobran 4.000 euros o más.
En efecto, la pensión máxima de jubilación apenas ronda los 2.000 euros mensuales. Lo cual significa percibir ingresos por debajo de la mitad del nivel que se tenía antes de jubilarse... Por eso los bancos y el Gobierno (con su propaganda y sus incentivos fiscales) vendieron -especialmente a los asalariados de nivel alto y medio- los fondos de pensiones como la gran panacea, el báculo de nuestra vejez. Éste ha sido uno de los engaños mejor urdidos de los que se tiene memoria.
Prueba 1: si te jubilas y te dispones a cobrar el complemento de tu pensión privada por cuenta de los fondos ésos, se te dirá que mejor renuncias a tu mensualidad, sacas el fondo acumulado, devuelves a Hacienda lo que te perdonó y te lo gastas o lo inviertes, porque si escoges la mensualidad perderás dinero.
Prueba 2: si uno suscribe, por ejemplo, un seguro de vida... lo puede rescatar y así recobrar el dinero invertido, pero los fondos de pensiones no se pueden rescatar. Para cobrarlos es preciso demostrar que te has jubilado. A los suscriptores de los fondos no les interesa esa cláusula y a la Seguridad Social tampoco; los únicos interesados en esta incomprensible norma son los bancos. Los únicos beneficiarios de este ahorro incentivado fiscalmente.
Joaquín Leguina, estadístico.