Este viernes cierra el sprint final del apagón analógico y sigue sin darse una solución eficaz a las más de 200.000 personas sin cobertura de Televisión Digital Terrestre (TDT). Dado que el Ejecutivo ya sabía que la implantación integral no sería posible y que excluiría a casi los mismos que la analógica, llama poderosamente la atención la poca previsión a la hora de facilitar un arreglo alternativo.
Aunque las administraciones ayudarán a las zonas en sombra subvencionando sistemas de recepción de señal digital vía satélite, lo cierto es que sólo se ha actuado en 8.000 de estas instalaciones, un exiguo 4 por ciento de los afectados, siendo el coste de cada una de ellas nueve veces mayor que el del sistema convencional. La insuficiente respuesta a un problema conocido de antemano afea la llegada de la TDT.
