Opinión

Carmen Enríquez: Fallo de coordinación

Fallo de coordinación. Ésa es la causa, según fuentes de la Casa del Rey, de que ningún miembro de la Familia Real haya estado presente en la capilla ardiente o los funerales del escritor Miguel Delibes. Un fallo de coordinación grave, añado, por parte de los responsables de elaborar la agenda de actividades de los Reyes, los Príncipes y las Infantas, que además de atender a las tareas previstas con tiempo, tienen que tener la capacidad de reaccionar ante un hecho tan imprevisible como es la muerte de un hombre de letras tan querido y admirado como Delibes.

Pero una vez dicho esto, quiero llamar la atención sobre otro aspecto que vengo observando cada vez que se produce un fallo o un error por parte de algún miembro de la Familia Real: el aluvión de descalificaciones, críticas feroces, reprobaciones e incluso insultos que le caen encima a la Casa cuando se produce ese fallo o error. Hay, según observación fidedigna de comentarios de articulistas, columnistas, tertulianos y opinadores profesionales, no una crítica ponderada ni razonada sobre la equivocación cometida, sino una lluvia, o más bien habría que hablar de chaparrón, de descrédito o desprestigio de las reales personas. Es como si hubiera una auténtica bandada de pájaros al acecho vigilando o incluso deseando que se meta la pata para salir a despedazar y hacer picadillo a los que se han equivocado.

Soy consciente de que algunos de los que lean esta columna pensarán que lo que quiero es proporcionar una excusa al fallo cometido por el Palacio de la Zarzuela. No es verdad. Simplemente creo que los periodistas estamos para señalar y criticar los errores de cualquier institución cuando se produzcan. Pero no para machacar y aprovechar los fallos para volcar toda la bilis que, hagan lo que hagan, están dispuestos a sacar fuera algunos en cualquier momento.

Carmen Enríquez, periodista especializada en información de la Casa Real.

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