
Semana de consolidación, circunstancia que no es de extrañar, en la que sin embargo algo inesperado y potencialmente bajista se puede estar cociendo en las divisas.
Le voy a confesar que si yo fuera Jalisco no las tendría todas conmigo, así que vamos a recapitular para atar cabos. Cuando a finales de enero le invitaba a no rajarse en zona de soporte, manejé en esta tribuna la posibilidad de un movimiento lateral aún mucho más amplio del que ya de por sí veníamos manteniendo desde el último trimestre de 2009 en las bolsas occidentales, con la excepción de Wall Street.
El motivo fundamental que me invitaba a ello era la Teoría de la onda de Elliott ?sí, esa cosita que algunos consideran humo y que nos permitió, por ejemplo, pensar en un gran techo de mercado en 2007 o considerar muy probable que el mercado renaciese cual Fénix sobre la zona de mínimos de 2002/2003, nivel en el que transitábamos cuando en marzo di finalmente por concluida a la C de Barack?. Si salió de mercado dignamente en 2008 en parte gracias a esta tribuna, se lo debe también a la teoría de onda, y si los mínimos de marzo de 2009 fueron para usted una oportunidad histórica de algún modo gracias a esta tribuna, se lo debe en gran medida a Elliott, y no tanto a un servidor.
Bien, pues como ya le he contado aquí, resulta que la teoría de este caballero sugiere al analista que busque alternancia en los procesos correctivos de una secuencia impulsiva. Así, si el movimiento correctivo de junio/julio fue simple y bajista; el siguiente, debería ser complejo y lateral. Y resulta que eso que tenemos ya perfectamente estructurado en Europa sin necesidad de recaída, no queda para nada claro en Estados Unidos. Ahora bien, esto, lejos de ser una regla, es una advertencia, una sugerencia, algo que te dice: ?Oye chico, cuando estés en los máximos y mires complacido tu pantalla, no olvides darle cierta importancia a lo que pueda suceder mientras no se superen fiablemente?.
Mire al dólar
Resulta que hasta finales de esta semana casi todo ha venido más o menos de cara. Tenemos un sentimiento alcista moderado y muy lejos de los extremos que en enero marcaron muchas de las referencias que se utilizan para valorar la situación. Además, nos acompaña una profundidad de mercado concordante ?le hablo de eso que los anglosajones llaman breath, y que tan difícilmente podemos traducir al español si pretendemos que nos diga algo?, y que la tendencia de fondo es incuestionable con índices como el Russell 2000, el Nasdaq y el DowTransportes. Éstos están abiertamente por encima de los altos de enero, en tanto que el S&P 500 está intentándolo, con un tono que sólo puede calificarse de espectacular.
Pero algo puede estar cambiando y hay que considerarlo: el enemigo como es la evolución del euro/ dólar.
Como le digo, las cosas sonreían más bien plácidamente a los alcistas hasta el jueves. Un par de semanas de lateralidad tras un alza superior al 6 por ciento como la que tuvimos recientemente impedían prácticamente la continuidad.
Circunstancias como cierta falta de volumen ?algo por otro lado común a buena parte de los últimos movimientos alcistas en tendencia?, que el Dow Jones Industrial aún no haya confirmado la salida alcista del Transportes por encima de los máximos de enero, e incluso el poco explicable buen tono de los bonos pese al rally del último mes en bolsa, son circunstancias que, si me apura, puedo pasar más o menos por alto sin sentirmemuy agobiado intelectualmente. Pero me cuesta mucho más obrar así con que el euro/dólar haya pasado de ser la esperanza de una aceleración alcista adicional, a la cuestión que puede complicar el camino debido a su violenta recaída desde zona absolutamente clave en el medio plazo.
Esto no es lo que esperaba cuando a principios de febrero retomé el pulso alcista reabriendo ese acordeón que cerraba al son de ese reaguetton de las siete viejas que nos tocó danzar en enero. Como sabe, el acordeón es la exposición. Y todo esto me hace pensar en mi idea inicial, en la posibilidad de una segunda fase correctiva dentro de un eventual movimiento lateral aún en curso. Por ello, operativamente le propongo que obre como lo hemos empezado a hacer en Bolságora y stops. Si saltan, que han empezado a hacerlo, empiece a contraer de nuevo el acordeón.
El precioso debate que mantiene el Ibex 35 entre los 10.900 y los 11.200 puntos nos puede decir muchas cosas ?no hay que olvidar su buena intuición para los puntos de giro?, y sólo el intento de ruptura al alza del Ibex Smallcaps alivia, y más bien poco, lo del euro/dólar.