Los planes de pensiones pierden dinero. Si se estudian los datos que ofrecen durante los últimos diez años, los resultados hablan por sí solos. El 96 por ciento de los productos que colocan las gestoras obtiene rentabilidades inferiores a la inflación. Además, el 40 por ciento ni siquiera obtiene rentabilidades positivas. Es decir, en la última década acumulan pérdidas. Ahora que se plantea una revisión drástica del sistema de pensiones, el fomento del ahorro a través de planes privados se antoja como uno de los complementos ideales para la prestación pública. Pero de momento parece que sólo el incentivo fiscal avala este modelo. Los gestores deben aplicarse en su tarea y cobrar comisiones reducidas. Y el ahorrador debe saber que existen otras opciones para completar su jubilación.