Diez años después del estallido de las puntocom , hay dos lecciones evidentes. En aquel tiempo muchas empresas prosperaron gracias a unas expectativas infundadas, sin contar con balances sólidos. Pero la destrucción creativa ha funcionado, y ahora las compañías líderes del sector tecnológico se encuentran entre las que mejor resisten.
Se dio una limpia necesaria, se liberaron recursos que fueron a mejores fines y los competitivos salieron reforzados. Y se da otra enseñanza con mucha miga para estos momentos en los que hay tantas tentaciones de recurrir a los salvamentos.
Entonces, Greenspan rescató al mercado con unos tipos bajos. Erróneamente, aumentó el riesgo moral. Se creó la convicción en el mercado de que siempre se les rescataría. El puntocom no puso punto final a la temeridad.