La UE no importará la propuesta de reforma bancaria americana. Ayer lo explicaban los ministros de Finanzas europeos. Ven las líneas maestras de Obama demasiado vinculadas a las estructuras norteamericanas como para funcionar en Europa. Si en EEUU se ha identificado el riesgo sistémico en el tamaño de las entidades, en el Viejo Continente el diagnóstico de las autoridades es que hubo una intensa interconexión. Al final, el desacuerdo puede resultar bueno para que no se caiga en un exceso de regulación, porque ésta sólo será efectiva si se aplica en todas partes. El razonamiento europeo nos parece más acertado y debería plasmarse en una mayor transparencia. Sin embargo, no estamos de acuerdo con el Ecofin en que se pueda imponer una tasa a la banca: se repercutirá en sobreprecio al cliente.