La filial española del grupo europeo de defensa Eurofighter puede vender sus cazas a Corea del Norte si, como parece, llega a buen fin la negociación en curso. Algo que refuerza a la plantilla de la factoría de Getafe y muestra que España debe abandonar ese sentimiento que oscila del pesimismo al victimismo respecto a su potencial en ciertos ámbitos: hay campos como la ingeniería en los que sí podemos.
Aunque se desprenden dos lecciones para proyectos como éste: uno, hace falta un capital inicial y aguantar el tiempo suficiente para ver los frutos. En este caso, cuatro Estados europeos han cargado con el peso. Lo tienen más fácil. Dos, la alta política es la que mejor comercializa estas industrias.
Tomen nota de cómo la alta política de Sarkozy logró vender los cazas Rafale a Brasil.
