Opinión

En un momento apasionante

Pocas novedades para la renta variable, con la excepción llamativa de lo acontecido en Japón. Continuamos en zonas de gran resistencia muy condicionados por lo que sucede con las divisas.

Momento realmente intenso el que vive una renta variable que, pese a lo que nos puedan querer decir los principales índices mundiales -especialmente en el mercado norteamericano-, no vive ahora sus mejores momentos del ejercicio.

En realidad lo que está pasando en nuestro mercado es técnicamente muy parecido a lo sucedido durante los meses de junio y julio de este ejercicio; donde mientras el Ibex 35 vivió un movimiento lateral/alcista, los valores pequeños y medianos sufrieron con claridad. Basta con echar un vistazo al Ibex Smallcaps para ver que tenemos una parte significativa del mercado claramente descendente hasta que los precios han empezado a estabilizarse en las últimas semanas. El Ibex 35 vive un nuevo proceso lateral con ligera pendiente alcista muy similar también al de junio-julio.

Esto, técnicamente, suscita dudas porque en los mercados suele regir el principio de alternancia; invitando a considerar si esto esconde una distribución en la que los grandes gestores se refugian en los valores más líquidos por si hubiera que salir en estampida. Así pasó en la primera parte de 2007. Con todo, la historia está del lado de los alcistas porque un pormenorizado estudio de este tipo de fenómenos divergentes en el mercado norteamericano muestra que, en general, estas situaciones se resuelven en favor de los grandes índices, que extienden las ganancias en cuanto los valores pequeños y medianos ponen fin a la corrección. Para cimentar algo así, el Ibex Smallcaps debería superar los 7.600 puntos en cierre semanal.

Por tanto, hasta el momento, la cosa es una repetición de la jugada de junio-julio, de la que señalaremos como rasgo diferencial la fuerza relativa de los grandes índices norteamericanos y la debilidad de los japoneses, al menos hasta esta semana. En ella, desde los 9.000 puntos, de gran importancia técnica y psicológica, el principal índice de la Bolsa de Tokio se revolvió con violencia gracias al fuerte movimiento bajista del yen, del que desde el recuadro central de esta tribuna quise señalar el momento clave la semana pasada.

La importancia de las divisas

Y es que las divisas vienen siendo referencias necesarias para entender la recuperación de los últimos meses; y no sólo en lo que a la bolsa se refiere, sino también en relación con activos como las materias primas e incluso los bonos. Usted sabe mejor que yo que vivimos en un mar de liquidez, facilitada por los tipos de intervención de los bancos centrales. Esto está en el centro de la recuperación de los mercados y, probablemente, de la que pudiera estarse gestando en la economía a la luz de unos datos de crecimiento que empiezan a sugerir mejoras de los fundamentales. Unos datos que eran completados por el desempleo norteamericano, que se redujo por primera vez desde que empezase el deterioro económico y bursátil en la segunda parte de 2007.

Este dato podría de hecho justificar un cambio de paradigma que explique el movimiento bajista del viernes de un euro/dólar que ha venido siendo el mejor cronómetro de los tiempos en la renta variable, sustituyendo a referencias como el euro/yen o la libra/yen, cruces que perdieron su inercia alcista a finales de agosto, anunciando una posible deceleración de las bolsas de renta variable que llegaría en septiembre.

¿Retoma el yen el protagonismo perdido? No lo sé, pero en Bolságora sí estamos en condiciones de afirmar que un dato como el del viernes, podría permitir un cambio de paradigma para el alza del mercado, que hasta ahora se ha basado en expectativas y ha estado espoleada por el euro/dólar. En adelante debería estar más apoyada por una mejoría de los fundamentales y de nuevo más correlacionada con el yen japonés, que volvería a ser la tierra de los carry trades en el caso de que el mercado empezase a incorporar expectativas sobre futuras alzas de tipos en EEUU derivadas de una cristalización de las mejoras de la economía; algo especialmente razonable de venir apoyadas por una inesperada recuperación del empleo.

Técnicamente, pocos cambios. Seguimos en una zona de resistencia fortísima, encerrados entre resistencias como la zona de los 12.000 puntos del Ibex 35 y los 4.000 del Dow Transportes, y soportes clave como los 2.800 puntos del Eurostoxx 50, los 1.080 del S&P 500 y los 1.730 puntos del Nasdaq 100; todos ellos, el viernes, en zonas de resistencia de diferente naturaleza.

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