Hasta los puentes más sólidos caen con dinamita. Los que había tendido la patronal empresarial CEOE a los sindicatos, con propuestas como el encarecimiento del despido para los contratos temporales, fueron ayer demolidos por el ministro de Trabajo, Celestino Corbacho. El Gobierno ha decidido retirar su oferta, que ya era demasiado baja, de reducir las cuotas sociales que las empresas pagan por sus trabajadores. Además, el Consejo de Ministros aprobará el jueves la prestación de 420 euros para los desempleados que hayan agotado el paro y no perciban ningún subsidio. Corbacho se afianza en las posturas de los sindicatos, aumenta sus ataques a la patronal y le niega la posibilidad de la más mínima negociación. Se empeña en tomar el mando, de forma unilateral, de una situación que cada mes constata que no tiene la capacidad de afrontar eficazmente.