Opinión

Desbloquear la creatividad, clave del éxito empresarial en 2021

Imagen de Dreamstime

En el contexto de incertidumbre actual quizás no muchas personas se plantean invertir o crear un negocio. El índice de creación de nuevas empresas en España en 2020 se desplomó un 16% respecto a 2019, el mayor retroceso en 11 años. Tan solo algo más de 79.000 compañías decidieron lanzarse al mercado el pasado año. Sin embargo, a pesar de que se puede considerar arriesgado, puede ser la situación ideal.

Se han realizado pronósticos de todo tipo sobre la realidad actual que afrontamos, pero hay uno que no se ha escuchado tanto: esta situación supone una nueva oportunidad. Y, en términos de desafíos creativos, estamos en un escenario de reformulación de reglas, cambios de hábitos y modificaciones de todo tipo. Estos factores, suponen un campo fértil para quienes deseen emprender un negocio novedoso, creativo y que responda a necesidades y demandas emergentes. Si estamos atentos a los movimientos culturales, económicos y demográficos nos encontraremos ante un océano de posibilidades que aún no han sido exploradas por la mayoría.

Afortunadamente son muchos los casos de éxito de start-ups que han surgido durante la pandemia (como MyFixpert, MySphera o VisualNACert) y han puesto la tecnología al servicio de organismos de salud o de comunicaciones. Empresas que han alcanzado un crecimiento inédito tanto en beneficios como en desarrollo comercial gracias a que han identificado en la situación actual la posibilidad de cumplir dos cometidos al mismo tiempo: encontrar un segmento de mercado donde crecer y brindar soluciones a nuevos problemas.

Factores importantes para crear un negocio

Desde el punto de vista de la creatividad y aprovechamiento de nuevas oportunidades, los factores más determinantes del potencial de un negocio en la situación actual son la tolerancia al riesgo, la capacidad de dar respuesta a las nuevas oportunidades, la búsqueda de un aprendizaje continuo y la disciplina.

Nunca he creído en las definiciones de "éxito" y "fracaso" aplicadas a los negocios, porque implican un reduccionismo demasiado simplificador para un fenómeno tan complejo que puede medirse desde muchas variables que corren en paralelo. Todo negocio tiene componentes de éxito y fracaso según qué variable analicemos y en qué punto del proceso lo hagamos.

En contextos como los que vivimos, donde todo es aún más relativo que antes, es imprescindible que el emprendedor y el inversor aprendan a desarrollar el aprendizaje continuo y la gestión del riesgo. Desde esa mirada dinámica (porque la creatividad es un fenómeno dinámico, nunca estático) todo negocio será siempre potencialmente positivo.

Asimismo, la disciplina es clave para hallar la creatividad. Muchos consideran que la creatividad es una reacción espontánea, automática, como un chispazo que surge de la nada o del caos, y que depende de una inspiración mágica. Eso puede ser así tal vez para los artistas o algunos genios selectos, pero para el resto, la creatividad es el producto de un proceso que requiere gran trabajo, perseverancia y, sobre todo, un método disciplinado. Este consiste en hacer preguntas para identificar los problemas, un proceso que nos ayudará a estimular la inspiración para para alcanzar ese chispazo que nos permita crear algo novedoso.

Los seis bloqueadores de la creatividad que impiden emprender con éxito

Aunque la disciplina es clave como método para hallar la creatividad, existen seis principales bloqueadores de los que deberemos desprendernos para emprender un negocio satisfactoriamente.

El primer bloqueador del que deberemos deshacernos es el miedo, la sensación de alerta o angustia ante la idea de correr un riesgo. A menudo este viene acompañado del segundo bloqueador, la pre-edición, es decir, la tendencia a modificar mentalmente nuestras ideas antes de comunicarlas como fruto de la inseguridad. Y cuando se trata de ideas, el tercer bloqueador, la alienación, entra en juego. Este consiste en asumir que la idea de otra persona es mejor que la nuestra.

El cuarto bloqueador en el que incurren muchas personas son los enfoques anticuados, cuando tendemos a repetir aquello que ha funcionado bien en el pasado, alejándonos de la innovación con el fin de no incurrir en riesgos. Apostar por lo seguro es el quinto bloqueador de la creatividad, pues nos aferramos a la calma que nos ofrece la tentación de no asumir ningún riesgo. El último bloqueador consiste en preservar las cosas tal y como están, optando por no realizar cambios. Este es uno de nuestros mayores obstáculos, pues nos impide adaptar el negocio a las nuevas circunstancias.

Si conseguimos deshacernos de ellos podremos elevar nuestra creatividad a su máximo exponente e incrementar nuestras posibilidades de éxito. Muchos de nosotros hemos crecido creyendo que la creatividad está reservada a los artistas y genios destacados y que, por tanto, nunca seremos capaces de inventar algo nuevo y de llevarlo a la práctica. La creatividad ha sido siempre puesta en un lugar inalcanzable, desvirtuando una realidad innegable: todos nacemos indiscriminadamente creativos.

Además, la creatividad no solo es útil para emprender un negocio. Según el reciente estudio Las empresas españolas frente a la revolución del reskilling, la habilidad más demandada por las compañías es la creatividad y el 91% de ellas espera que su demanda crezca entre 2020 y 2022. De hecho, de acuerdo con Udemy for Business, se trata ya de una de las 3 habilidades blandas en la que más trabajadores se formaron en 2020, junto con la mentalidad de crecimiento y la innovación. Hoy, las habilidades técnicas son el principio del juego, las condiciones básicas para comenzar una carrera. Todos, con dedicación, podemos adquirir habilidades y destrezas, pero solo aquellos que disponen de esas habilidades para utilizarlas de nuevas maneras, que van más allá del pensamiento cotidiano, son los que contarán con una verdadera ventaja competitiva dentro del mundo empresarial.

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