
La Comisión de Trabajo Justo de Australia anunció que a partir del 1 de julio el salario mínimo semanal será de 622,20 dólares australianos (597,81 dólares estadounidenses o 460,42 euros), lo que supone un aumento del 2,6 por ciento.
El aumento, que supondrá unos 15,80 dólares australianos (15,18 dólares estadounidenses o 11,68 euros) más por semana, fue menor que el reclamado por los sindicatos, pero por encima del esperado por los empresarios.
Según la decisión tomada por el Gobierno australiano, la paga mínima por hora de trabajo ascenderá a 16,37 dólares locales (15,73 dólares estadounidenses o 12,11 euros).
El presidente de la Comisión de Trabajo Justo, Iain Ross, indicó que los factores que han pesado en la decisión son las previsiones sobre el crecimiento económico, que aumentará por debajo de las expectativas en el año fiscal 2013-14, así como los pronósticos sobre el aumento de la tasa de desempleo, actualmente de un 5,5 por ciento.
Además, se espera que la inflación se mantenga en el rango del dos al tres por ciento previsto por el Banco de la Reserva Australiana", comentó el juez Ross en declaraciones divulgadas por la cadena local ABC.
"En relación a todas las medidas de los ingresos medios, el salario mínimo moderno ha caído en las últimas décadas y la brecha de la desigualdad en los ingresos ha aumentado", apuntó Ross al advertir que esta tendencia puede tener un impacto negativo en la economía y en el mantenimiento de la cohesión social.