El organismo que dirige Miguel Ángel Fernández Ordóñez ha dedicado en su último boletín económico un apartado para hablar de las cláusulas de revisión salarial y su efecto sobre la inflación. El Banco de España considera que las subidas automáticas de sueldos a finales de año no consiguen aumentar el poder adquisitivo al provocar repuntes del IPC.
"La presencia de estas cláusulas de salvaguarda frente a la inflación en la mayor parte de los convenios colectivos firmados en España origina un elevado grado de indiciación automática de los salarios a incrementos en los precios, lo que resulta ser una de las características más peculiares del mercado de trabajo español, que no se observa en la mayoría del resto de países europeos", señala el Banco de España en su informe.
El organismo considera "improbable" que las cláusulas de revisión salarial consigan "realmente" aumentar el poder adquisitivo de los salarios. "Las cláusulas de revisión salarial favorecen también los llamados efectos de segunda ronda, que acaban convirtiendo aumentos transitorios de la inflación en permanentes", apunta la entidad.
En este sentido, la institución de Fernández Ordóñez puntualiza que la "evidencia empírica" confirma que, en conjunto, la inflación en España resulta ser "más elevada y más persistente que en el área del euro" por esta situación.
Más inflación que en Europa
La entidad destaca que la tasa de inflación en España es más elevada y más persistente que en el área del euro y recuerda que el diferencial de inflación español ha sido una media del 1,6 por ciento más alto entre 1996 y 2001 y el 1,8 por ciento en el periodo 2002-2007.
El Banco de España explica que este diferencial positivo encarece los productos españoles frente a los países competidores, por lo que la demanda solo crecerá en la medida en la que sea posible obtener ganancias en otras vías, como por ejemplo, una mejor calidad de los mismos.
Además, considera que los efectos de las cláusulas salariales pueden resultar "especialmente negativos" en una situación económica como la actual, en la que se han producido "aumentos transitorios" de los precios, que, en su opinión, no deberían trasladarse a incrementos de los costes laborales.
Según el organismo regulador, la mayoría de los convenios colectivos en España incluyen cláusulas de revisión que se traducen en incrementos salariales anuales en función de la inflación.
Estas cláusulas afectan en España en torno al 75% de los trabajadores cubiertos por la negociación colectiva, frente al 25 por ciento de la mayoría de los países europeos, con la excepción de Bélgica, Finlandia y Luxemburgo.
La presencia de estas cláusulas, que desde 2002 los agentes sociales consideran pieza fundamental en el modelo de negociación colectiva, origina, según el Banco de España "un elevado grado" de traslación "automática" del alza de los salarios a incrementos en los precios, lo que constituye una de las características del mercado laboral español.
Para la entidad, la tasa de inflación resulta de tres componentes, el margen de beneficios, el aumento del coste laboral y la productividad. Por tanto, señala, la manera en que se fijen los costes labores "tiene consecuencias directas sobre la inflación".
Crecimiento de los salarios
Afirma que el crecimiento de los salarios reales "no depende del grado de indiciación salarial -ajuste permanente de los salarios a la inflación-" ni de la presión salarial, sino de la diferencia entre el crecimiento de la productividad y el del margen bruto de explotación.
Advierte, por tanto, de que las cláusulas suponen en la actualidad una parte considerable del incremento de los coste laborales, ya que el impacto de la "indiciación" salarial ha supuesto aumentos aproximados del 15% en los costes laborales y del 13% en las tarifas salariales.